domingo, 12 de septiembre de 2010

The War Beggin Now II


The War Beggin Now II

-¡ESTA COSA ESTA HELADA!-

Oh el dulce sonido de la venganza.

Vale, Lo Admito.

Sé que soy un tonto por haber hecho eso exactamente, pero ella se lo merecía

-¡PAPÁ!- Oh por favor, yo seré un tonto infantil al haberle hecho una jugarreta, pero ella era una niña malcriada al llorar por su padre.

Se lo merecía de todas formas.

Estaba consiente de que no debería afectarme tanto el que Simone clamara- gritara- que yo no le importaba en lo más mínimo.

Pero soy un hombre y eso me hirió el amor propio.

Me recosté contra la cabecera de la cama, no tenía una tv, tampoco quería rebuscar entre el equipaje hasta encontrar mi laptop. Así que me decidí por la opción más fácil y divertida: Disfrutar de mi travesura.

Asomé la cabeza por la puerta y la vi, Mojada de pies a cabeza, temblando del frio y dirigiéndome una mirada asesina.

Me reí con fuerzas, en mi imaginación era hilarante imaginármela cuando, después de abrir el grifo del baño, se empapara por completo gracias a ciertas modificaciones de mi parte.

Pero verlo era otra cosa y era aún más divertido.

-¡Tú!-Me señalo con uno de sus pequeños y puntiagudos dedos-¡Fuiste tú quien hizo esto, tú…tú Británico presumido!- Fruncí el entrecejo y me agaché a su altura
- No tengo idea de lo que me hablas, solo me rio porque es divertido. Punto- Sus pequeños labios temblaban demasiado como para que siquiera pudiera sacarme la lengua, aun así, soltó una maldición en su lengua materna (Ja, hice un chiste sin esfuerzo)

-Coton Tête*!- Se abrazó a si misma mientras estornudaba y me miraba fijamente de nuevo.

Fruncí más el entrecejo y me bajé a su altura

- Look Love, i do not understand you. So, Can you please stop that? It make me feel disoriented and you are the only how speaks French here**- Ella parpadeó un Segundo y me miró confusa.

Dos podíamos a jugar al jueguito del idioma.

Abrazó su pequeño cuerpo de nuevo y volvió a insultarme (No entendía lo que decía, pero Juro que era un insulto)

-Britanniques Prétentieux! Apprendre le français!***- Se giró sobre sus talones y estampó la puerta de su cuarto con fuerza.

Al demonio los modales ingleses.
-Stupid Woman !****-Estampé la puerta imitando su gesto de enojo y me recosté contra ella.

Me abracé el pecho y respiré calmadamente por un segundo. Temblada de pies a cabeza.

Demonios.

Por eso odiaba las emociones fuertes, me hacían mal Y Ella solo hacía que me alterara, sentía como si me estuvieran rasgando desde adentro.

Los temblores se detuvieron al cabo de unos segundos. Como odiaba estar enfermo. Lo odiaba con toda mi Alma (Perfecto, ahora ni si quiera podía decir alma sin pensar en Ella)

Odiaba sentir el sudor en mi frente, odiaba sentir que cada pizca de mi ser temblaba

Y Odiaba sentir que me ahogaba siempre que tenia emociones fuertes.

Tomé aire con alivio y me quedé recargado por un rato contra la puerta.

¿En qué rayos me había metido?

Oh claro, quería tener el control de mi propia vida por una vez Y Si para eso tenía que venir hasta otro continente y soportar a Simone, lo haría

Me reí sin gracia, en momentos como estos, la calma tensa que seguía a mis a “ataques”, mamá solía abrazarme y besarme la frente mientras me cantaba alguna canción

El sonido de mi celular me trajo de nuevo a la realidad.

Un sudor frio me recorrió la frente, leí una y otra vez el nombre que rezaba el identificador

“Mamá”

Maldición.

Tragué saliva y respondí el celular tratando de aparentar calma
-Hola Mamá. ¿Qué tal anda…-

-¡NATHANIEL ELLIOT JAMES!- Tuve que alejar mis oídos un poco para no lastimármelos permanentemente. Vaya que tenía voz fuerte, tal vez de ahí saqué la mía…

-¡¿Se puede saber porque no me habías llamado?!- Mis cavilaciones se vieron interrumpidas de nuevo, aun cuando hubiera un océano de distancia, la mujer aún era mi jefa, bueno, hasta el próximo enero.

-Lo siento, Dormí un rato y luego cené- Y Simone y yo acabamos de establecer la tercera guerra mundial, quise agregar pero ella consideraba a Simone como “Una dulce chica, es el vivo retrato de Misha Y Es tan cortes y educada” en sus propias palabras (Si fueran las mías serian algo más como “Una molestia de metro y medio con un temperamento digno de un boxeador o un esquizofrénico”)

-¿Te tomaste tus píldoras? ¿Respiras bien?-Rodé los ojos y agradecí que no pudiera verme

-Sí mamá- Me reí para mis adentros, era tan divertido responderle en ese tono molesto y fingido, Por favor, no soy tan idiota como para que se me olvide mantenerme vivo.

-Oh, corazón me alegro. ¿Cómo están Lucas Y Soul? ¿Cómo te llevas con ella? ¿Está más guapa que la última vez que la vimos?- Sentí un extraño ardor en mi rostro, algo que atribuí a mi estado anterior.

Mi madre aún tenía la tonta esperanza de que algo naciera entre esa mujer y yo.

Prefería millares de cosas antes que eso, todas ellas relacionadas con innumerables torturas y humillaciones

-Aun no lo he visto, pero creo que llegara pronto Y Simone está bien, esta con una amiga- Mi madre soltó una risita al otro lado del teléfono y yo bufé.

-Oh cariño, te pareces tanto a tu padre- Parpadeé confundido, ¿A que venía eso? Frené mis ganas de preguntar, estaba bastante seguro de que no quería saber la respuesta.

-Sabes que Soul te quiere mucho-

Uy sí, tanto como los perros quieren a los gatos.

-Mamá, ella me quiere tanto como yo estoy sano- Pude sentir como se tensaba al otro lado del teléfono.

No fui capaz distinguir si se tensaba por lo de Simone o por haber bromeado con mi salud
-No es gracioso Nate-

-Lo sé Mamá- Ambos suspiramos al mismo tiempo.

La parte de mala de estar enfermo, es que todo el que lo sabe, teme reprenderte, y te quedas con las incógnitas de todo, Por miedo a que el shock te mate.

-Te quiero Nate- Mamá me sacó de mis pensamientos despidiéndose, murmuré un perezoso “Yo también” y la comunicación se cortó.

Jugué con el teléfono por un rato, balanceándolo en mis manos, concentrándome solo en el y dejándome ser solo un chico normal por una vez.

Bostecé dramáticamente mientras ponía los brazos detrás de la cabeza
No me había dado cuenta de lo cansado que estaba, debían ser como las 10:00 10:30 de la noche.

Me levanté del piso, limpiando mis ropas y estirando mis huesos hasta que oí el tan ansiado crujido de mi espalda.

Varias almohadas yacían sobre la cama, una parte buena de todo esto era esa. Tener tantas almohadas como quisiera-“Necesitara”-, era divertido poder crear un capullo alrededor mío, sentirme protegido y aislado.

Antes de darme cuenta, estaba rendido en los brazos de Morfeo.


Al abrir los ojos de nuevo, noté como un rayo de sol golpeaba directamente en ellos.
Escondí mi cabeza entre las almohadas, intentando impedir que la luz violara la privacidad de mi cráneo.

Agh, empezaba a extrañar el clima nublado y lluvioso de Inglaterra, la paz y calma que traía la lluvia.

A diferencia del sol prepotente y provoca cáncer de este país.
Refunfuñe por lo bajo, maldiciendo en idiomas que ni siquiera sabía que conocía.

La luz se filtraba de un extraño color rosado por la ventana, contrastando con el blanco de las paredes y dándole un aura relajante.

Era, ciertamente, pacifico.

Un momento.
¡¿LUZ ROSADA?!

Oh Fuck, Oh Fuck, ¡OH FUCK!

Palpé la mesa de noche, en busca de mi teléfono.

Recé porque fuera solo la luz crepuscular, solo una vez en mi vida recurría a ese poder superior, creía que ese era una buena razón para que me estuviera equivocando.

Efectivamente, mi vida era un asco

5:45 PM, sábado.

Volví a esconder la cara entre las almohadas mientras maldecía.
Me levanté de la cama, rascándome la cabeza y todavía bostezando,creo que dormir unas 22 horas no hace que estés menos cansado.

Suspiré dejando caer mi cabeza de un lado, estaba aburrido.

Por esto, comencé a desempacar algunas cosas básicas de mi equipaje (Ropa, Champo, partituras, Medicinas)

Entre mis monótonas tareas, pude escuchar una conversación que venía desde el piso de abajo

-No entiendo porque él si puede dormir un día entero sin que digas nada- Murmuró Simone, obviamente enfadada (Tal vez aun lo estuviera por mi jugarreta)

-Soul, Nate viajó medio mundo, está cansado. Se comprensiva Hija- Lucas, no sé si te lo han dicho, pero a tu hija no le agrado.

-¡Pero Papi!- ¡Por el amor a…! Mujer, no seas infantil.

-Él y yo no nos llevamos bien- Me dio la impresión de que hacia un mohín y por su voz, mi suposición podía ser bastante acertada

- Y Aquí entre nos, no creo que lo haga con el resto del mundo tampoco-

-Él está bien, solo…Solo tiene unos ligeros problemas para romper el hielo-

-Padre… Yo tengo “Ligeros problemas para romper el hielo” ¡ÉL ES MISANTROPO!-

Me reí sin ganas, aun cuando en el fondo me parecía divertido.
No estaba muy alejado de la realidad.

La discusión pareció calmarse, al parecer el padre había terminado cediendo a su hijita.

Me rasqué la nuca en un gesto incomodo – Tic a decir verdad- y rebusqué entre mis
cosas algo de ropa (Unos vaqueros limpios con una simple camiseta negra de AC/DC) Tomando las medicinas de la mesa de noche y robando una toalla de la cesta junto al baño, me escondí en la privacidad del cuarto de aseo.

Por un segundo, me dio la impresión de oír a Simone murmurar “Al fin despertó el bello durmiente” o algo así.

El agua relajó mis músculos entumecidos y cansados por dormir tanto en la misma posición.

Palpé el costado de la ducha en busca de la toalla
…Sólo para recordar que en efecto la había dejado colgada, pero en el pomo de la puerta.

Me golpeé la frente con la palma jabonosa ¡Nathaniel, eres un idiota!
Presioné mi cuerpo contra los azulejos, divagando sobre qué hacer.

A)Esperaba hasta secarme sólo
B)Usar la cortina de la ducha como toalla.
C)Salir a buscar la toalla
Al final, me decidí por la C

Con cierto cuidado, salí de la ducha, tratando de hacerlo todo lo más rápido posible, por alguna razón, no podía evitar sentir que estaba en algún estúpido reality Show o algo por estilo, en lo que todos me observaban…Perfecto, ahora encima de misantropía tenía el síndrome de Truman*****

Me detuve un segundo en el espejo para observar mi esquelética figura.
Estaba pálido, ojeroso y las costillas prácticamente se me marcaban bajo la delicada tela a la que llamaba piel. Encima tenía los tobillos hinchados.

En efecto, mi aspecto no era pada nada sano.
Pero mientras pueda esconderlo lo más que pueda, lo haré

Despejando mi mente de cosas indeseables, cerré los ojos y abrí la puerta del baño
Lo que no sabía era que detrás de la puerta, estaba una pequeña figura de cabellos castaños y ojos azules, que llevaba cierto rato llamándome

Y que ahora me observaba completamente desnudo y mojado.

Los siguientes minutos se me hicieron una eternidad, el ver como su rostro iba tornándose rojizo, luego algo morado y cerca del final algo muy similar al verdoso.
Al cabo de un rato, otro de sus famosos grititos de voz chillona se le escaparon, comenzó a correr en dirección a su habitación y se encerró en ella, para distraer su mente puso la primera canción que debió haber encontrado en su reproductor y empezó a cantarla también, cantarla de una forma desafinada y chillona, si se me permite agregar.
Por mi parte, estaba tan rojo como un tomate.

Lucas subió las escaleras a una velocidad casi inhumana, cuando uno es padre soltero de una niña y esta grita como si se le fuera la vida en ello, creo que se mejoran algunos reflejos.
-¿Se puede saber que ha pasado?- Al menos ya tenía una toalla amarrada a la cintura.
Alejando la vista, suspiré derrotado.

Menudo truco, ahora me había dado en mi punto débil:

Mi incapacidad para tratar con los demás

¿Y Qué mejor que hacerme sentir vulnerable y avergonzado, contra mi contraparte?

-Que tu hija acaba de ganarme una batalla, pero no por eso la guerra-
_____________________________________________________________________________________
* Cabeza de algodón

**Mira cariño, No puedo entenderte, Entonces ¿Puedes detenerte? Me hace sentir desorientado y eres la única que habla francés aquí.

***¡Británico presumido, aprende Francés!

****¡Mujer tonta!

***** Esta enfermedad, segun Los psiquiatras canadienses Ian y Joel Gold la definen como una nueva patología mental a la que han clasificado con el nombre de Síndrome de Truman, en referencia a la conocida película de finales de los 90.

Al igual que le sucedía a Jim Carrey, los pacientes creen estar vigilados por cámaras que retransmiten su vida a través de un programa de televisión y consideran que todo forma parte de una gigantesca simulación. “Mi vida es seguida por millones y millones de personas”, asegura uno de ellos. “La gente actúa para ver mis reacciones”.

The War Begin Now

-¿Cuántos años tiene?-

-18-

-¿Cuándo es su cumpleaños?-

Dejé escapar un sonoro suspiro, Bren llevaba un buen rato haciéndome un interrogatorio, al parecer, para ella, tenía una especie de doctorado sobre la vida privada de Nate.
Sí, el chico era el hijo de los mejores amigos de mis padres, Sí había pasado más de su vida aquí que en su país y Sí era el hijo que mi padre siempre había querido.

Pero no por eso a mí me debía importar un pepino su vida.

La miré por sobre mi hombro, estaba sentada en la mesa de la cocina picando vegetales para la sopa, pero había parado su tarea para averiguar más sobre mi nuevo vecino.
-¿Algún hermano? ¿Cómo hizo que el auto llegara hasta aquí?- Con furia contenida, apreté la cuchara de madera que usaba para evitar que los fideos se pegaran mucho (Amaba los fideos, por eso odiaba que se pegaran) y tomé una bocanada de aire
-Es de Winchester, Inglaterra. Nació el 3 de enero de 1991. No tiene hermanos. Sus padres enviaron el auto hace unos días Y las pildoritas que le entregamos luego de que mi papá llamara y nos las enviara eran vitaminas sobre si ibas a empezar a preguntarme su historial médico-

Vaya, jamás pensé que podría decir tantas palabras sin respirar y más sobre él
Brenda sonrió y me sacó la lengua en un gesto infantil

-Sabía que lo sabías-

La miré con ojos asesinos para luego apretarlos con fuerza y furia.

No.
Ni en Un millón de años

-¡No me importa para nada Nate!-

-Vaya, Gracias Simone.-

¿N-Nate?

Oh merde, merde, merde, merde ¡MERDE!

Abrí los ojos con lentitud y miedo, lo primero que hice fue clavar la mirada en el piso temerosa de encontrarme con esos carboneos y negros ojos.

Lo primero que vi al mirar al piso fueron los pies desnudos de Nathaniel, me sorprendió lo cerca que estaban de mis zapatos de charol negros.

Levanté la mirada con una lentitud casi reverencial, primero me encontré con el
pantalón gris holgado que, asumía, era su pijama.

Apresuré la mirada cuando llegue a su cintura ( Aunque fuera difícil de creer, mi madre me había inculcado los modales que toda dama de antaño Francesa debía tener)
un poco sonrojada fijé la cabeza en el único punto para el que no debía levantar la vista, con mi altura, este punto era más o menos en frente del corazón de Nate, podía ver la toalla blanca que yacía sobre los hombros de su camiseta negra de manga larga.

-Yo…No quise… no es que tú no me…Pero es que yo..-
Prácticamente me estaba ahogando en mi saliva, no podía decir nada coherente, Nate me ignoró para buscar algo en la nevera, tenia el cabello grisáceo un poco mojado y su piel se veía aun más paliducha

Sacó una soda de la nevera y se dirigió a la sala, sin verme ni a mí ni a Brenda, ambas estábamos petrificadas en nuestros lugares.

A lo lejos, escuché como se encendía la televisión y el sonido de los resortes del sofá.

-Eso…no pudo haber salido peor-

Me golpeé la frente con la palma mientras me dejaba caer en la silla junto a Brenda, ella me miró con los ojos y la boca abiertos.


Nos quedamos en silencio por un rato antes de terminar de preparar la cena, a la media hora frente a cada una había un gran plato vacío de sopa de tallarines y vegetales.

-Vas a tener que llevarle de comer- Me dijo Brenda mientras se bebía el ultimo trago de su soda

- ¿Y Si mejor dejo que venga a buscarle él?-Me encogí de hombros jugando con la cuchara del plato, Brenda me golpeó la parte de atrás de la cabeza y me obligó a levantar la mirada
-Ve, no puede ser peor que esto-

Me levanté mirándola feo y le saqué la lengua, tomé un plato de sopa y la lleve a la sala.

Nate estaba recostado en el sofá, sus piernas largas colgaban del sofá, la cabeza la tenia sobre unas 3 almohadas, si la vista no me fallaba ( ¿Para qué podría alguien querer tantas almohadas?)

Carraspeé para hacer que se volteara a mirarme, sus ojos se posaron en el plato de comida que tenia en mis manos.

Me agaché y puse el plato de sopa humeante en la mesita de café, por un segundo pude jurar que Nate medio sonrió

-No como caracoles, gracias francesa-

Fruncí el entrecejo y apreté el puño derecho

¡Ingles presumido y estúpido!

Solo intentaba ser amable, ¡Pero él viene y me insulta! ¡A mí y a mi gente!

Suspiré y dejé salir toda la rabia que había en mi interior

-Siento no tener pescado y patatas, Mister James-

Sí, era una tonta infantil y usar un acento ingles mal imitado era aún más infantil

Pero si ese ingles presumido quería guerra…

Nate me miró con furia contenida y posó su mirada en la televisión de nuevo, me levanté con rabia y dejé el cuarto, aún así, pude oír como murmuraba por lo bajo

-Francesa tonta-

-Ingles presumido -

La guerra acababa de comenzar.

lunes, 19 de julio de 2010

Life is unfair II


Life is unfair II

Desde que era niño, jamás he podido evitar que cada vez que me reencuentro con alguien, trato de olvidar todo sobre las cosas que hemos vivido, para deshacerme de las cosas malas

Con Simone fue diferente.

Con ella solo pude recordar esos viajes de mi infancia en los que cruzaba todo el continente para venir a ver los Adams, cuando los adultos se encerraban en la casa a platicar y los niños debíamos quedarnos a jugar juntos.

Ella me recibía dándome un beso en la mejilla y haciendo reverencias, Siempre llevaba vestido, de distintos colores y estilo, pero siempre vestido. Aun cuando tuviera un año menos, mis padres insistían en que debía jugar con ella (Algo sobre que algún día, me casaría con ella. Gracias al cielo era un chiste) cosa que siempre terminaba en que yo debía cargarla hasta la casa porque o se había lastimado o se había quedado dormida.

Simone Adams siempre había sido algo en mi vida.

Algo que no sabía identificar, algo con lo que jamás había aprendido a lidiar.
La primera impresión que tuve de ella después de casi 8 años sin vernos puedo resumirla en una palabra: Tonta.

Tonta, Tonta, tonta.

Sonrojándose hasta con el más mínimo contacto físico, quedarse sin palabras ante mis reacciones, ser tan...Simone (Me niego a llamarla por un sobrenombre tan tonto, apodarse con algo que no existe. Que tonta)

Un claro ejemplo era que estando los dos solos en mi auto a causa de la lluvia (Y Dicen que al otro lado del charco no llueve) ella prefería mirarse las manos que si quiera verme.

-A la izquierda en la siguiente cuadra- Fue lo único que me dijo en todo el trayecto, le respondí asintiendo con la cabeza, si ella no me habla, yo tampoco.

La casa había cambiado poco en ese tiempo, los mismos dos pisos, el mismo color azul en las paredes y el blanco en las ventanas (Muy Americano).
Por dentro seguía teniendo los mismos muebles, las mismas pinturas y el piso de arriba aún tenía las mismas tres habitaciones (El cuarto de Lucas Adams, el de Simone y el de invitados…que, suponía, ahora era mío)

-Me gustaría desempacar solo, si no te molesta Simone-Ella me miró por un segundo antes de asentir y encerrarse en el dormitorio del ala norte

Observé el cuarto por un segundo antes de desempacar, una cama con sábanas blancas, estantería vacía, paredes azul oscuro y un pequeño balcón con puertas de Cristal, por el cual, sin mucho ánimo, asome la cabeza solo para darme cuenta de que había otra cerca y, desafortunadamente, era de Ella.

No traía mucho equipaje, solo 3 maletas y el estuche de mi guitarra (Que nunca se separaba de mí, a excepción de cuando me duchaba o dormía) Así que instalarme no me tomo más de media hora.

Al terminar, me dejé caer pesadamente sobre la cama dejando que mis largas piernas colgaran.

Cerré los ojos dejando escapar un suspiro, estaba cansado, lo suficiente como para irme a dormir pero no podía, eran cerca de las cinco y media.

Maldito viaje, malditos cambios de horarios, Maldita Simone

Sí, maldita Simone, si su cuarto no estuviera más cerca del baño que el mío hubiera podido darme una ducha sin tener que encontrarme con ella.

Dejé escapar un bufido mientras fijaba la mira en los ventanales, iba a seguir lloviendo toda la noche.

Metí la mano en mi bolsillo buscando mi MP4, acomode los audífonos en mi oídos y deje que la música me llevara lejos (Dios Bendiga a Muse, los británicos sí sabemos cómo hacer buena música)

Antes de darme cuenta, ya me había dormido, cosa que no duro mucho debido a un molesto escándalo en la puerta

-¡Quiero conocerlo!- Murmuró la voz de una chica

-¡Te digo que no!- Obviamente, Simone

-¡SIMONE MISHA ADAMS!

-¡NO USES MI NOMBRE COMPLETO, BRENDA CHRISTINE BLAKE!-

Maldije por lo bajo mientras me levantaba (No sin un mareo, claro está) Me quite los audífonos y abrí la puerta para encontrarme con mi anfitriona y su acompañante (Un poco más alta que ella, ojos y cabello negro) mirándome con los ojos abiertos como platos.

¿Nunca en su vida habían visto a un chico con cabello grisáceo, ojos negros y jodidamente cansado recostado en el umbral de una puerta?

Brenda, según la discusión ese era su nombre, se levantó y me tendió la mano en señal de saludo

-¡Hola! Soy Brenda, la amiga de Soul y tú debes ser Nathaniel, ¿Verdad?-Me dio una sonrisa, sin sacar las manos de los bolsillos de mis jeans miré su mano y luego la mire a ella

-Soy Nate-Sin más rodeos ni vueltas, directo al grano.

Simone recostó su cuerpo contra la pared, se había cambiado el uniforme por un vestido de color negro que le llegaba hasta las rodillas con mangas grisáceas largas y aun llevaba la diadema negra en la cabeza.

Sorprendentemente ya no se sonrojaba.

Sonreí como si tratara de un logro propio, está también era la Simone Adams que recordaba.

Brenda dejo escapar un chillido de emoción y se cubrió la boca con las manos

-¡Acento Británico!-Murmuró muy emocionada- Amo a los actores británicos, igual que Soul- Posando las manos detrás de la espalda, miró a la mencionada con una sonrisa maliciosa, Ella ni se inmutó, solo bajó la mirada al álbum que traía bajo el brazo.

Parpadeé un momento antes de tomar el álbum, lo conocía de algún lado,Simone dejó escapar un chillido ante el contacto de mi piel con la suya

-Tienes muy frías las manos-Desvié la mirada hacia el libro en mis manos, ella no tenía que saber porque las tenía tan frías

-Son fotos de ustedes-Me dijo Brenda al verme tan ensimismado.
Efectivamente, éramos nosotros de niños.

Una niña de coletas castañas y ojos azulados abrazando a un chico con una mata de pelo grisáceo y ojos carboneos que tenía mala cara.

No pude evitar que un rubor llegara a mis mejillas, no recordaba la existencia de esa foto

-Aun no me creo que llevaras colitas Soul-Su amiga le abrazó por el cuello mientras Simone fruncía el entrecejo

-Mira, ya lo conociste, ya te reíste de mis coletas. Solo le doy paquete y lo dejamos descansar-Liberándose del agarre, sacó una pequeña bolsita blanca de aspecto médico.

Tragué con fuerza mientras se lo arrebataba.

Ambas chicas me miraron sorprendidas, tratando de ocultar mi evidente nerviosismo, le devolví el álbum a la castaña y baje la mirada para encontrarme con la suya

-Gracias-Murmuré mientras ella bajaba la mirada, aun podía hacer que se sonroja mirándola.

- ¡Bonne nuit!- Mi plan funcionó, Simone jaló de la mano a una atónita Brenda de vuelta en su cuarto, al oír cerrarse la puerta, me escabullí en el cuarto de nuevo y sentí que me quitaban un gran peso de mis hombros.

Bajé la mirada hasta mis manos y al pequeño frasquito de píldoras que yacía en ellas
No iba a volver a ser el chico enfermo. No de nuevo.

Agité la cabeza, no quería pensar en eso ahora.

Guardé las píldoras en el pequeño pastillero de plata que cargaba en el bolsillo, recostándome contra la pared, tomé mi guitarra y comencé a tocar, eso siempre alejaba mi mente de mi condición.

Cerré los ojos, aclare la garganta y empecé a cantar.

-When I was a boy I didn't care 'bout a thing
It was me and this world and a broken dream
I was blaming myself for all that was going wrong

I was way out there on the wrong side of town
And the ones that I loved I started pushing 'em out
Then I realized that it was all my fault

I've been looking for a lifeline
For what seems like a lifetime
I'm drowning in the pain, breaking down again
Looking for a lifeline

So I put out my hand and I asked for some help
We tore down the walls I built around myself
I was struck by the light and I fell to the ground

I've been looking for a lifeline
For what seems like a lifetime
I'm drowning in the pain, breaking down again
Looking for a lifeline

Is there anybody out there?
Can you pull me from this ocean of despair?
I'm drowning in the pain, breaking down again
looking for a lifeline-


Abrí los ojos como si los parpados pesaran demasiado, fijando la vista un punto inexistente que solo yo podía ver y abrazando mi guitarra me dejé caer en la inconsciencia por un segundo.

Mi vida era un asco


Lifeline (c) Papa Roach

Life is unfair I


Life is unfair I

Desde que me levante en la mañana, supe que esta iba a ser uno de esos días.
Esos días en los que salir de la cama es el primero de muchos errores que vas a cometer.

Para empezar estaba lloviendo, cosa que me gusta pero solo cuando sé que va a llover y cierro la ventana antes de irme a dormir.

Cuando me levante, tenía algo muy similar a un nido de pájaros sobre mi cabeza, la humedad hacia que mi cabello se volviera incontrolable (Jamás me ha importado mucho como luzco, pero eso me molesta y mucho) entre murmullos y maldiciones me dirigí al baño, solo para darme cuenta de que no había electricidad, así que tuve que resignarme a bañarme con agua helada, aunque luego me di cuenta después de que el estúpido fusible estaba apagado.

A la hora de vestirme no vi mucho problema, había dejado mi uniforme colgado sobre el pomo de mi puerta y la lluvia no alcanzo a mojarlo, con rapidez me puse la falda a azul oscuro, la camisa de botones y la chaqueta a juego con la primera, mientras me ajustaba la corbata suspiré al ver mi reflejo en el espejo de cuerpo entero, a mis 17 años mi cuerpo tenia ciertas curvas, no las suficientes para ser una modelo pero justo las necesarias para que no me confundieran con un chico de cabello largo, mi altura no era algo de lo que podía presumir, pero me gustaba tener el tamaño apropiado para pasar desapercibida por las calles de Manhattan. Tenía la piel clara, por el hecho de ser mitad francesa mitad americana no podía pedir tener una tez morena y bronceada.
Ver mi rostro era ver el rostro de mi madre, incluso mis ojos azulados parecían ser una copia de las suyos, a pesar de eso, mi cabello no era rubio y lacio como el suyo, sino castaño claro con rizos, igual al de mi papá.

-¡Soul, a desayunar!-terminé de acomodar la diadema negra sobre mi cabeza, la joven del espejo me devolvió una sonrisa. Agarré mi mochila del librero y comencé a bajar las escaleras hasta llegar la cocina.

Lucas Adams era un hombre de 40 y tantos años, cabello color avellana con ojos que hacían juego, lentes gruesos y casi siempre con traje, aunque claro, al jefe de policía no se le ve en ropa de andar en casa, digo yo

-Me alegra verte despierta Simone- hice una mueca al oír mi nombre, desde niña me habían llamado Soul, creo que la primera persona fue mamá, así que al crecer todos se acostumbraron a llamarme así.

-Buen día para ti también papá-enfaticé un poco mi voz, sacando a relucir mi acento francés-Mamá había hecho que aprendiera a hablar francés antes que español, por resultado, me había quedado un acento que daba la impresión de haber llegado hacía poco al país, cuando en realidad había pasado mi vida entera aquí y los más cercano de Francia que había estado era viendo las fotos de su álbum-

Me serví un bol de cereales que debí devorarme en casi 3 minutos por que, como todos los días, habían pasado por mí más temprano de la hora establecida. Le di un beso en la mejilla a Papá, me deseó un buen día y salí corriendo a la puerta principal-No sin antes devolverme a tomar un paraguas en la sala de estudio- La causante de mi apuro no era nada más y nada menos que Brenda.

-Buen Día, Soru-Chan- Brenda Blake me sacaba casi 4 centímetros de altura, tenía el cabello negro corto hasta los hombros, la tez un poco más morena que la mía (Cortesía de las máquinas de bronceado) los ojos tan oscuros como su cabello y con su cuerpo, créeme que aunque usara ropa holgada y llevara el cabello así, a ella no la confundirían con un chico.

-Ya te dije que no me digas “Soru-chan” Es Soul, o en su defecto, Simone-se rió y me dio una palmadita en la cabeza. Si ella no fuera mi mejor amiga, juró que le habría dado un pisotón de los buenos

-Es que eres demasiado linda como para no llamarte Chan-

-¿Podemos irnos?-Abrí el paraguas mientras acompañaba a Brenda a su auto, un Lexus último modelo muy bonito, regalo de sus padres para su ultimo cumpleaños. Contrario a lo que uno puede pensar al ver a Brenda, ella es una buena chica, sus padres son dueños de una empresa de computadoras, por lo que siempre están viajando así que Brenda casi siempre está sola en su casa, O bueno, lo está hasta que práctica mente me arrastra a pasar el fin de semana o yo la arrastro a pasarlo en mi casa.

-Prende la calefacción, me congelo-hice una mueca mientras encendía el nombrado aparato. Luego de unos minutos el calor invadió el auto.

Abrí mi mochila buscando mi más preciada posesión –Okay, Okay, admito que llamar a un cuaderno de bocetos Mi más preciada posesión es un poco extremista, pero a mi parecer, lo es-

-¿Qué dibujara hoy nuestra Artista favorita?-Brenda hizo un chiste, vamos a reírnos todos (Nótese el sarcasmo)

Comencé a mordisquear un lápiz de color negro mientras acomodaba el asiento
-No sé, siento que con la suerte que tengo hoy, muy seguramente se perderá mi cuaderno-Brenda soltó una risita.

- Merci beaucoup-

-Lo siento, es que jamás pensé que llegaría el día en que te vería a ti, La señorita racionabilidad, hablando de suerte y destino-me encogí de hombros ocultando el rostro entre mi cabello, Debía concedérselo a Bren, jamás había creído mucho en eso de la suerte.

Mi vida escolar reiteró lo que dije: La vida no es justa.

Matemáticas: Examen sorpresa, por lo que no estudie y como resultado una F era visible en mi futuro.

Literatura: Pánico escénico antes de hablar frente a todo el mundo y perder los papeles por una repentina ventisca.

Deportes: No sol, así que veinte vueltas al gimnasio.

Llegué al “amado” salón al tiempo que sonó el último timbre, otra razón más para detestar ese día

Caminé lentamente hasta mi lugar dejando que la tensión se escapara de mi cuerpo. Fue cuando caí en cuenta de que el salón estaba ligeramente silencioso, por lo cual fijé bien la mirada en que no había nadie, ni cuadernos ni mochilas.

-Se suspendió la última clase –dijo Brenda desde su lugar, al ver que estaba tan ensimismada como para no notarlo- Me quede esperando por que...no te podre llevar hoy, mis padres regresan y quieren verme. ¡Te prometo que te lo compensare!-

-No te preocupes, está bien-respondí mecánicamente sin ánimo alguno.

No fue sino hasta unos diez minutos después de que Brenda dejara el salón, y posiblemente la escuela también, que recordé que no tenía auto, estaba lloviendo a cantaros y que posiblemente ya no tendría oportunidad de alcanzarlo.

Recargué los brazos sobre el escritorio y dejé caer pesadamente mi cabeza.

Mi vida era un asco.

Sin más que hacer y sin demasiado ánimo como para regresar a pie, tome mis cosas y salí del salón, caminando sin ningún tipo de prisa o interés.
Terminé llegando a la azotea del lugar.

En un buen día era un lugar cálido, perfecto para dejar volar mi pensamientos, pero en un día como este...Era perfecto para un suicidio, de no ser por la malla metálica que dejaba una muerte segura muy lejos de mí.

Recargue mi peso contra la pared junto a la puerta, cerrando un poco los ojos para dormitar un rato y alejar cosas de mi mente.
Cuando sentí por fin que mi mente era liberada de tantas confusiones y se entregaba a un momento de relajación, la puerta se abrió con un chirrido molesto que me trajo de nuevo a la realidad.

Tallé un poco mis ojos debido a la sorpresa, aun sintiendo la presencia de la otra persona. Levanté la vista, logrando que mis se toparan con unos muy negros que me veían con la mayor mezcla de nerviosismo y sorpresa.

Ninguno dijo nada, y, a causa del ardor, no pude ver bien a la persona frente a mí. Solo veía el brillo de su cabello grisáceo con un flequillo al frente.
Era bastante alto, mucho más que yo. Mi visión se aclaró un poco justo para distinguir que era un chico, pálido, vestía una camisa blanca con un chaleco abierto de color negro y pantalones holgados, en la espalda llevaba un estuche de guitarra.
No pude reprimir un grito de miedo que tenía atrapado en la garganta.

Mi vida era un maldito asco.

Si no fuera complicada de por sí, ahora también estaba atrapada en una azotea con alguien que con solo mirarme habían hecho gritar

-¡Simone! ¡Calla mujer tonta!-un escalofrío me recorrió la columna, encima de saberse mi nombre su voz era tan fría que me daba miedo.

-¿Cómo sabes mi nombre?-sus ojos negros me estudiaron de nuevo mientras hacia una mueca de sorpresa

-No le veo la gracia. Te iba a pasar a recoger hoy por que tú me vas a llevar a la casa-en ese momento callé completamente, dándome cuenta de que había metido la pata y hasta el fondo.

En momentos como estos es cuando uno recuerda las moralejas o consejos que los padres dan en ocasiones y que uno suele ignorar con absoluto aburrimiento.

Papá jamás me dio muchos consejos trascendentales o moralejas diarias, pero recordaba una vaga platica de hace unos 3 días que seguramente ignore por andar dibujando en mi cuaderno

-Nate vendrá a quedarse por un tiempo-levanté la mirada del cuaderno mirándole con ojos sorprendidos

-¿Nate?-

-Sí, Nathaniel James, el hijo de Elliot y Alex. Tus padrinos-
Mordisqueé el borrador del lápiz mientras abrazaba las piernas a mi cuerpo

-Cabello blanco, ojos oscuros, solían venir desde Londres a visitarnos cuando eras pequeña-

Ciertamente, tenía muy vagos recuerdos de Nate, pero como no quería tener que soportar algún discurso, asentí con la cabeza y sonreí de la forma más convincente posible.

-También ira a la escuela contigo, así que él es quien te buscara el viernes-


Me golpeé mentalmente por haber dejado olvidado ese pequeño detalle, rápidamente me levanté, limpié un poco mi falda y le ofrecí la mano en forma de saludo

-Yo...como… ¡Hola!-Nate me miró por un segundo, sus ojos pasaban de mi mano a mi rostro. Metió las manos a los bolsillos de su chaleco antes de abrir la puerta, me observo por el rabillo del ojo y sonrió de una forma que hizo que un escalofrío pequeño me recorriera hasta la punta de los dedos.

-Vamos, no quiero que mi guitarra se moje aquí arriba-bajé la mirada mientras sentía el rubor subir a mis mejillas.

Hoy aprendí tres cosas que me van a ser muy útiles:

1. Soy una idiota

2. Nathaniel James me odiaba y yo a él (¿Existía el odio a primera vista?)

3. La vida no es justa

lunes, 17 de agosto de 2009

Prefacio

Disclaimer: Todo es mio: Tanto personajes como situaciones. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
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¿Alguna vez haz tenido tantos sentimientos por una persona que llegas al punto de no saber darle un titulo apropiado?
¿ Alguna vez pensaste que si quiera sin verle tu día perdería sentido?
¿Alguna vez haz sentido que amas odiar a alguien y que morirías si esa persona te odia de vuelta?
¿Alguna vez haz sentido que tu vida se acabara cuando la suya lo haga?
Apuesto que no ¿Verdad?
Debo decir, que a mi tampoco me han pasado ninguna de esas cosas o al menos así era hasta hace unos meses.
Mi nombre es Simone* Adams-Todos me llaman Soul- y esta es mi historia.
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*Simone: Se pronuncia Simón

Espero lo hallan disfrutado ^^, no se cada cuanto podre subir, pero estoy segura de que subire todos los capitulos, actualmente tengo otros dos, pero esos vendran luego, tengo que familiarizarme con este blog.

Shad

El Laberinto de las Historias

Bien, creo que el titulo es un poco obvio, no?
Aqui pienso publicar mis historia o mi historia.
Generalmente me exijo mucho a mi mis cuando escribo, Si hay que reescribir, reescribo.
Si hay que revisar la ortografia, lo hago.
Mejor, digamos que sigo los 10 mandamientos del Escritor, escritos por Robert Mckee, :
1. No le quitarás de las manos la crisis/el clímax al protagonista. Mandamiento anti deus "ex machina".

2.No le facilitarás la vida al protagonista. En un argumento nada progresa si no es a través del conflicto.

3. No harás una exposición porque sí. Dramatízala. Conviene la exposición en munición. Utilízala para girar el final de una escena, para favorecer al conflicto.

4.No utilizarás falsos misterios ni sorpresas fáciles. No escondas nada importante que sepa el protagonista. Mantenos al nivel del héroe. Que sepamos lo que él/ella sabe.

5. Respetarás a tu público. Mandamiento antiamercenario.

6. Conocerás tu mundo como Dios conoce éste. Mandamiento pro-investigación.

7.No complicarás con nuevos elementos ya que la complejidad de los que dispones es mejor. No multipliques las complicaciones en un solo nivel. Utiliza las tres: intra-personal, interpersonal, extra-personal.

8. Llevarás las situaciones al límite, negando las negaciones, llevan-do a los personajes hasta los extremos y la profundidad más lejanos del conflicto imaginables dentro del propio espectro de probabilidades del argumento.

9. No escribirás con evidencia. Pon un subtexto debajo de cada texto.

10. Reescribirás.


En fin, creo que los aburro un poco, no?
Creo que comenzare colocando el titulo de la historia :
"Let Me Know The Hidden Truth In Your Eyes"
Lo sé, raro y romantico, pero, así soy yo.
Creo que la proxima entrada que pongo hoy, luego de esta presentacion, sera el prefacio y uno que otro dibujo de los personajes.
~Shad